viernes, 13 de marzo de 2009

Chávez y la seguridad jurídica de una democracia...........03-12-2007


Ya hemos escrito y expuesto en diferentes foros y medios de comunicación que Sudamérica tiene una muy importante deuda con la cultura. En aquellos países se padece una incultura profunda, arrastrada del ancestro sin cultivar. Su población, vive al son de los fetiches religiosos, los chismes y el comadreo y todo un baile de pobreza intelectual. Sus dirigentes, son lógica consecuencia de esa ignorancia tradicional.
Venezuela, en particular, usa a su antojo lo que allí se entiende por democracia. El señor Chávez, militar golpista contumaz, parece que obvia asuntos esenciales de la democracia, además del ejercicio del voto y de la limpieza del proceso electoral. Así, ha tenido un promedio de más de seis horas diarias ante las cámaras de las televisiones estatales, utiliza los poderes institucionales y sociales, anegando hasta la ultima posibilidad de discrepancia, gasta extravagantemente el flujo de dinero que le viene del petróleo y se atreve, en un alarde insensato que perjudicaría gravísimamente a sus conciudadanos, a amenazar con el expolio y la intervención publica a la banca y empresas españolas, convirtiendo a Venezuela en un país de alto riesgo para la enriquecedora inversión.
Además, el país latinoamericano, ha entrado en una etapa incongruente de socialismo bananero y demagogo, en el que se emula el lujo capitalista –restaurantes muy caros, comercios con la última tecnología, mujeres siliconadas por doquier-, al tiempo que se pervierte la necesidad alimentaria de la mayoría –sanidad pública desbordada, escasez de productos básicos como la leche, el azúcar y los huevos y una total inseguridad ciudadana de claros tintes mafiosos-. Sin embargo, en insoportable contraposición, en el distrito de Chacao, unos pocos privilegiados pueden pasear con la tranquilidad de los ricos. Cínicamente, la corrupción se alía con la escasez de productos que padece la población, pues, se escamotean al principio, para venderlos después al mejor postor. Chávez interviene los precios, lo que afecta directamente a la demanda de productos.
En este maremágnum de Venezuela –estado rico en materia primas-, a Chávez sólo le interesa la victoria que le permita aumentar su régimen totalitario. Es persona calculadora, que usa los instrumentos de la democracia, a favor de una supuesta patria a la que está arruinando.
Las empresas españolas han encendido sus pilotos de alerta. Son conscientes de que Venezuela no juega limpio en las relaciones internacionales ni en los famosos chefs and balances, músculo civil capaz de hacer contrapeso y freno a la tentación- una realidad- del poder ejecutivo.
En su línea, falsamente populachera, se anima hasta con el Cristo socialista-versión chavista del presunto personaje histórico-.
Ahora, ha perdido el referéndum que le catapultaba, de haberlo ganado, al poder omnipotente, omnipresente y todopoderoso. Se ha quedado en calzones, con una mala leche extraordinaria. Tendrá que seguir poniendo una vela a Dios y otra al Diablo.
Los estudiantes venezolanos han sabido reaccionar. La democracia se lo agradece.
El Rey de España, le está esperando en la próxima cumbre iberoamericana, quizá, para decirle: ¿por qué no te vas?

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