domingo, 4 de octubre de 2009

Ya lo dijimos en su día.... (06 de mayo a las 13:32.Madrid 2016: la vana esperanza....Notas de AliCia MaRtiNeZ y en www.vegamediapress.com)


Ya lo dijimos en su día....

De cualquier forma, a España le ha tocado el premio gordo de la lotería. Ni estábamos en condiciones, ni era el momento, exceptuando el interés personal de algunos, mayormente Gallardón que ve disiparse en el cielo olímpico sus ricas expectativas personales.
Que se queden cantando aquello de los cinco lobitos diciendo adiós.

Gallardón, no empieces a trajinarnos ahora con el 2020, pues seguramente en esa fecha te encuentres en el mausoleo caduco de los olvidados.

Eso sí, la " pasta" se habrá esfumado, pero habrá ganado el país.


Madrid 2016: la vana esperanza...... Notas de AliCia MaRtiNeZ Facebook

Políticos, empresarios y otros, con Gallardón a la cabeza, sólo pueden aspirar a quedarse jugando con la manita y canturreando aquello de los “cinco lobitos”.


Si Paris bien vale una misa (era el comentario bélico de la época), a Madrid, mucho nos tememos, no se le va a rezar ni, al menos, un Padre Nuestro.
Paris es una ciudad, en el decir de Hemingway, que no se acaba nunca. Madrid, sin embargo, va a tener límite y final con la cosa del olimpismo 2016.

Gallardón, arribista del triunfo y propulsor del optimismo reconducido, vía corazonada, no va a conseguir su propósito: que Madrid sea designada para celebrar las Olimpiadas de 2016. Creemos que el cielo olímpico se quedara en un mero sueño olímpico soñado por los políticos. El flamenco es rancio y está caduco. El sol sobra con creces en otras latitudes.

Ahora, Gallardón, que maltrata el dinero de los ciudadanos de Madrid extendiendo cheques que no puede pagar, lastrando el Ayuntamiento con una deuda de 7.500 millones de euros, recaudando con tasas y desesperación los euros que no tiene (basura, parquímetros, multas, controles, inspecciones celosas a bares y cafeterías, etc.), intenta hipotecar la ciudad para alzarse personalmente al altar definitivo de la alta política. Mientras, los barrios –espacios que aglutinan la verdadera convivencia de los ciudadanos-, se degradan más y más, con lo que se desatiende el fin primordial de todo buen regidor: conseguir un óptimo estado de bienestar de su comunidad.

Cuando lo de Bush con Zapatero, Madrid se quedó mirando a Londres. El texano no estaba dispuesto a brindarnos un Canto a las Olimpiadas. Nos quedamos con un desafinado canto al Sol. Realmente, aquella sí fue la gran ocasión de Madrid. La que viene, la que se decide el 2 de octubre, nos va a dejar mirando, que no cantando, a Chicago o Tokio. Río sólo aporta promesas de mucho, mucho dinero –promete al CIO cosas que no va a poder hacer-, inseguridad a raudales con homicidios que nos recuerdan al Chicago de los años 30, un modestísimo Metro con apenas 34 estaciones, embotellamientos kilométricos, incivismo e incultura por doquier, corrupción policial al estilo de sus primos hermanos de Sudamérica, incluido México…Que se conforme con el Mundial de fútbol de 2014, con sus putas y travestis a granel, con sus sambas y con la pobreza que aflige a un pueblo sin destino.

Chicago, no lo olvidemos, tiene el influjo de Obama.
Tokio, el milenario saber hacer de una ciudad envidiablemente VIP.

Así las cosas, vemos a Gallardón como una caricatura de cuello abierto que no sabe si lanzar una pelota con el logotipo del PP o saludar en Barajas, corbata puesta, a Nawal El Moutawakel de la comisión del CIO, diciéndole: “Danos los Juegos, hija puta.”

Como consecuencia de todo lo anterior y a modo de resumen:

- Es casi imposible que se designen sucesivamente 2 ciudades europeas (Londres y Madrid) para celebrar los Juegos.

- Se irán, el CIO y los Juegos, a otro continente, que no al nuestro.

- Políticos, empresarios y otros, con Gallardón a la cabeza, sólo pueden aspirar a quedarse jugando con la manita y canturreando aquello de los “cinco lobitos”.

- El pavo real suelto se lo puede llevar Ana Botella a su casa para que vea junto a su marido la serie de Perdidos o aquel memorable Mr. Marshall. Pero, por favor, el tenebrista Aznar, que no vuelva, que no se reencarne por muy fibroso, seco o rígido que esté, ni aunque se haga budista.

- Fernando Sánchez Drago, que ahora está con los cerdos -¡Oink, Oink!- y no deja de poner el cazo, que se la bufa lo de los Juegos, bien pudiera rebelarse e irse en uno de los globos de enorme logotipo de la candidatura madrileña en busca de su Armagedón. Hasta los del CIO, también se lo agradecerán.

- Por último, los Trece hombres sin piedad o los Doce del patíbulo más 1, nos dirán: “Au revoir…y esperen al 2020”. Quizá, en ese año, Gallardón dirija alguna Residencia de la Tercera Edad.

Al final, la Caja Mágica será como un rastro de lo que no sucedió.